Los ingresos de la hostelería se desplomaron el pasado año. Según datos del Instituto Nacional de Estadística recogidos por Hostelería de España, este negocio descendió un 51,4% en 2020 respecto al año anterior. Unas cifras que suponen unas pérdidas de cerca de 67.000 millones de euros.
Como no podría ser de otra forma, las restricciones gubernamentales a la hostelería son parte del motivo de este desplome. Concretamente, abril y mayo fueron los peores meses de ingresos, en pleno estado de alarma.
La desescalada posterior y la «nueva normalidad» provocaron una pequeña recuperación a partir de mayo. Pero esa evolución positiva se vio frenada por la llegada de la segunda ola tras el verano. En noviembre se volvió a acentuar la caída.
En diciembre se produjo nuevamente una recuperación después de tres meses de descensos. De hecho, los ingresos se incrementaron un 25,9% respecto a noviembre. Y la caída interanual se suavizó siete puntos respecto a octubre (-52,9%).
Evolución de la hostelería en 2020
No obstante, las dos ramas de la hostelería (restauración y alojamiento) tuvieron una evolución de su actividad dispar durante el pasado año. En restauración, la caída en 2020 fue del 43,6%. El mantenimiento de la comida a domicilio fue uno de los motivos por lo que este descenso fue menor que la media del sector. Sin embargo, en cuanto al alojamiento, la caída fue del 68%.
Como se ha dicho anteriormente, en diciembre repuntó la actividad. Concretamente, un 27,5% en restauración y un 16% en el alojamiento. En tasa interanual, la caída se moderó en los dos subsectores. 6,7 puntos en restauración (-45,6%) y 4,1 en el alojamiento (-75,9%), en relación al mismo mes de 2019.
Aunque las previsiones para este año no son buenas, la llegada de la vacuna propicia un halo de esperanza. Por el bien del sector, y del conjunto de la sociedad, España tiene que conseguir la inmunidad de grupo lo antes posible. Sobre todo de cara a un verano que puede salvar a la hostelería.
Fuente: Hostelería Digital.